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ORGÁNICA Y VIVA - BREVE REFLEXIÓN SOBRE EL ACOSO

POR JEIMY MARTÍNEZ GALAVÍZ

2019/08/04

Nuestro contexto en México y en Nuevo León es de violencia, inseguridad, discriminación, vulnerabilidad, exclusión, desigualdad y un sin fin de aspectos que han trastocado el tejido social. No podemos separar de nuestras experiencias como mujeres la violencia sistemática a la que hemos resistido.

¿Qué eventos están aconteciendo para que tanto el estado como las instituciones, en este caso educativas, escuchen y atiendan de manera transversal las necesidades ante la grave situación que estamos viviendo?

 

Pienso que las estrategias a seguir tienen que estar valoradas desde las historias individuales y colectivas de nuestro contexto. Nosotras tenemos experiencias que nos han atravesado incluso a veces desde niñas. Todo lo que nos ha sucedido deberá ser el punto de partida para entender y transformar el ahora. Es fácil enunciarlo, lo complejo es llevar a cabo esta orientación. Las historias individuales y colectivas son muy valiosas, ya que dichas experiencias depositan el hecho de que casi todas hemos sido víctimas de algún tipo de violencia por el hecho de ser mujeres, por lo tanto, apuntan claramente como evidencia de los crímenes de dominación de un mecanismo sistemático y complejo. Dispositivo que ha dado “permiso” al ataque de las mujeres. Hay que entender que es un sistema de dominación, no una lucha entre hombres y mujeres, sino un mecanismo que ha prevalecido y atravesado todos los ámbitos de la vida, la educación, lo laboral, lo familiar, las relaciones interpersonales, en fin, el cotidiano.

 

Lo que se ha evidenciado en las últimas semanas en nuestra querida Universidad viene a removernos un territorio muy cercano que expone lo que está sucediendo incluso en un espacio que deberíamos sostener como seguro. Nosotras como académicas, y hablo primero a título personal, estamos muy preocupadas por las estudiantes que han tenido esta serie de experiencias, pues entendemos que incluso algunas de nosotras, también sufrimos el acoso siendo alumnas durante nuestro trayecto educativo. Por eso estamos aquí, para expresar, trazar lazos de empatía y comunidad y también reflexionar sobre los posibles caminos a seguir.

 

Pienso que es pertinente ahora tomar las herramientas que están a nuestro alcance, orientar nuestras experiencias por las vías que permitan que nosotras, ustedes, todas, recuperemos nuestro bienestar. Ésta situación no es única de la universidad, reitero, está normalizada en todos los ámbitos de la vida y por esta razón es que debemos verlo también en panorámico.

 

También considero oportuna la apropiación de los protocolos de denuncia en los casos de acoso, para seguir los pasos de acompañamiento, cuidado y atención psicológica que nos permitan atravesar estas violencias, así como seguir la investigación que se abre a través de la denuncia; y en este sentido, nos toca vigilar que los procedimientos se conviertan en acciones.

La universidad tiene recursos/facultades sumamente valiosas donde se están desarrollando saberes que se organizan desde diversas disciplinas. En nuestro caso, en la FAV, algunas consideramos que los saberes de las artes construyen comunidad, lazos afectivos y sensibilidades. Estas son posibilidades.

 

 

Ahora bien, me hago algunas preguntas ante el asunto y las abro para que las podamos compartir: ¿Cómo pensar en la justicia? ¿En qué punto de estas historias antes mencionadas nos encontramos? ¿De qué manera podemos desarrollar sensibilidades para que en el cotidiano se refleje una cultura diferente? ¿Qué nociones requerirán y requerimos las instituciones para escucharnos y entender lo que está sucediendo? ¿Cómo mejorar un proceso que desde su planteamiento generase confianza a las denunciantes? ¿Cómo evitar la exclusión de las mujeres en procesos como estos y en la adversidad que estamos viviendo? ¿Qué tipo de encuentros debemos propiciar como comunidad? ¿Qué insurgencias como individuas y como colectividad? ¿Son posibles desde las instituciones?

 

¿De qué manera podríamos como comunidad universitaria empezar a construir y reedificar estos espacios donde quizá nos sentimos excluidas? Espacios donde se recupere la confianza, que estos procesos sean más orgánicos. Me gustaría pensarlo como una especie de “solidaridad orgánica”. Quizá para esto tendríamos incluso que pensar en que esta construcción del espacio se de a partir de movimientos y gestiones de personas cuyo verdadero interés sea la solidaridad, el apoyo y la construcción de una comunidad viva.

 

Yo nos creo y nos pienso. #metoo

JEIMY M. MARTÍNEZ GALAVÍZ | ARTISTA MULTIDISCIPLINARIA | DOCENTE EN LA FACULTAD DE ARTES VISUALES UANL DESDE EL AÑO 2009.

JEIMY M. MARTÍNEZ GALAVÍZ | ARTISTA MULTIDISCIPLINARIA | DOCENTE EN LA FACULTAD DE ARTES VISUALES UANL DESDE EL AÑO 2009.

2019/08/04

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